Esta composición nace del íntimo anhelo de abrazar el sentimiento de ternura pero triste a la vez que provoca la canción “Puff, el dragón mágico”. Una búsqueda alquimizadora para dar una brizna de esperanza.
Iniciada con una armonización inspirada en la canción original se llega después a una sección de contrastes donde se evocan nuevos motivos hasta llevarnos al tema inicial en un nuevo registro.